miércoles, 5 de noviembre de 2014

PODEMOS se confirma como la primera fuerza política en intención de voto directo con un 17,6% de los sufragios


Con más retraso del esperado, la temida para muchos encuesta del CIS del mes de noviembre ha aparecido confirmando muchos de los rumores que se habían venido escuchando durante los últimos días.

De este modo, PODEMOS se confirma como la primera fuerza política en intención de voto directo obteniendo un 17,6% de los sufragios, con una ventaja de 5,9 puntos sobre el PP (11,7%) y 3,3 puntos respecto al PSOE (14,3%). Esto supone un salto cualitativo respecto a la anterior encuesta –publicada en julio– ya que en este barómetro PODEMOS todavía era la segunda fuerza en intención directa, a menos de un punto del PP.


En términos de estimación de voto –es decir, tras pasar por la «cocina*»–, la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas señala que el PP, obtendría un 27,5%, el PSOE un 23,9% y PODEMOS le pisaría los talones al PSOE con un 22,5%, lo que corrobora a las claras el fin del bipartidismo.




Sin embargo, más allá de los titulares, nos interesa la letra pequeña de la encuesta -aquello que no recogerán los analisis de los medios de comunicación- y que viene a confirmar la tendencia favorable a la consolidación electoral de PODEMOS en todo el territorio. En este sentido, algunos datos del barómetro nos han llamado poderosamente la atención:

-Preguntados los encuestados a qué partido con toda seguridad no votarían nunca, es significativo que PODEMOS sea la fuerza que menos rechazo genera. Un 41,7% de los entrevistados consideran que jamás votarían a PODEMOS, mientras que este dato se eleva a un 42,1% para el PSOE y un 60,2% para el PP.

-El presidente Rajoy inspira ninguna confianza a un 61,2% de los encuestados, mientras que Pedro Sánchez inspira poca o ninguna a un 67.8%. Sobre Pablo Iglesias u otras cabezas visibles de PODEMOS no hay datos estadísticos por no estar representados en el Parlamento.

-PODEMOS es el partido que más simpatías genera de cara a una votación en unas elecciones generales con un 19,3% de apoyos frente al 18,1% del PSOE y el 14,6% del PP.

-Otros datos significativos son los que tienen que ver con el desglose por sexo y edad. De este modo, se da la curiosa circunstancia de que son los hombres quienes más apoyan a PODEMOS (20,1%) frente a solo un 15,3% de mujeres. Por edades, la formación de Pablo Iglesias se hace especialmente fuerte entre los menores de 44 años, donde supera por más diez puntos a populares y socialistas, siendo en el sector de mayores de 65 donde la implantación de PODEMOS es netamente inferior, obteniendo un 5,4% de apoyos frente al 20,1 de PP y el 20,7 de PSOE. 

-Por nivel de estudios PODEMOS es la primera opción en intención directa de voto a partir de encuestados con al menos el nivel de Secundaria superado. Aunque es entre quienes cuentan con estudios superiores donde la organización arrasa, registrando un 21,1% de apoyos, a gran distancia de PP (14,1%) y PSOE (9,8%). Este alto porcentaje (de un 22% concretamente) también es visible, si observamos los datos de tamaño de hábitat, en los núcleos de población de más de 1.000.000 de habitantes, mientras que, por ejemplo, en estas grandes ciudades el PSOE solo cosecha un 13,8% de apoyos y el PP un 7,5%.  Sin embargo, lejos de la visión «urbanita» de nuestro potencial votante, llama la atención que el grado de implantación de PODEMOS es en todos los casos superior al 15% a partir de municipios con más de 2001 habitantes, por solo un 6% en pueblos de entre menos o igual a 2.000 habitantes. 

-Y para terminar, dos detalles más, en absoluto irrelevantes. Uno lo ofrecía esta misma mañana Carolina Bescansa al conocer los resultados. El Partido Popular no solo sigue siendo la primera fuerza política, sino que está subvalorado en la encuesta porque sufre una alta abstención que probablemente no se refleje simétricamente en las urnas, donde una movilización de su electorado podría elevar sus resultados. Es decir, no hay que ponerse la piel del oso antes de cazarlo. Y segundo, y relacionado con lo anterior: en el eje izquierda/derecha los entrevistados sitúan mayoritariamente a PODEMOS no solo sensiblemente a la izquierda del PSOE (que está situado prácticamente en el centro) sino a la izquierda de IU (bien es cierto que solo ligeramente), por lo que la idea de «centralidad» esbozada en términos de la dialéctica abajo vs. arriba en vez de la tradicional izquierda vs. derecha, dista mucho de haber calado. Esto puede hacer del voto a PODEMOS algo especialmente volátil, por lo que debemos trabajar seriamente no ya para fijarlo más allá de lo puramente emotivo o de lo que tiene que ver con el rechazo al sistema, sino como un voto óptimo desde un punto de vista racional. Y no ya solo entre jóvenes y personas con formación, como hasta ahora, sino entre nuestros mayores y mujeres, sectores tradicionalmente más conservadores a la hora de  ejercer su derecho al voto.


*IMPORTANTE: La diferencia entre el voto directo y la estimación de voto radica en que mientras que las cifras del primero consideran la respuesta espontánea del encuestado, la de estimación de voto aplica un porcentaje estadístico que tiene en cuenta diferentes variables, como el «recuerdo de voto».


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